“Apiolar” Significa matar, también significa, atar un pie con el otro de un muerto en la caza, para colgarlo.
El panorama actual, nos habla y nos muestra que la eliminación de las violencias contra la mujer está lejos, cuando se nos obliga a participar y tomar bando en guerras que no nos pertenecen, en seguir pariendo y criando nuestros hijes para guerra. Estamos cansadas de una toma de bandos, de la instrumentalización del ser mujer para políticas y prácticas que nos niegan el derecho a escoger nuestros caminos, nuestras luchas, nuestros sueños.
Apelar a la vida como un acto que atraviesa el ser y que en ese lugar de ser un acto consiente, permite el cobijo, el amor, el pensar cuerpos libres de violencias sobre el cómo debemos vernos, como debemos actuar, como debemos amar, maternar, como debemos ser mujeres en una sociedad que solo nos visibiliza para llenar sus cifras de inclusión. La acción llama siempre al movimiento y en ese sentido llamar también a la digna rabia.
La insistencia en la eliminación de las violencias, con una acción que busca ritualizar la vida y las propuestas diversas con relación al apañarse, al abrazarse y aportar desde el acto político que también se convierte en personal y viceversa y la insistencia de la vida por medio de gestos que pueden no cambiar el mundo de manera inmediata, pero si logran un movimiento por lo menos energético. Como la utilización del cuerpo se convierte en importante y cómo se puede potenciar como un accionar consiente.
13 de marzo de 2024
Diseño de las piezas publicitarias: David Valencia
Fotografía: David Valencia
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